martes, 29 de enero de 2013

Hablar en público



Hablar en público es un momento al que todos le hemos temido alguna vez. El hecho de tener a un grupo de personas atentas a cada palabra que decimos y a cada gesto que hacemos nos atemoriza, generalmente por miedo a equivocarnos y que nos juzguen por ello. Pero aunque nos de terror, se trata de una de las situaciones más comunes en la vida diaria de todas las personas ya que la comunicación es la herramienta principal de la que disponemos para interactuar con el resto de personas y de esta manera hacerles llegar nuestros pensamientos, sensaciones y demás ideas.

Se trata de una situación a la que todos debemos hacer frente en algún momento de nuestra vida y que es de suma importancia en muchos casos (entrevista de trabajo, exposición de un proyecto, juicio…)
Como podemos ver en numerosos libros de autoayuda, se deben seguir unas pautas esenciales si lo que se va a hacer es presentar un discurso. Entre esos elementos se encuentra la capacidad de expresión del orador, el lenguaje no verbal, el contenido del discurso, la forma de dirigirse al público, etc…

Uno de estos libros es “Hablar en público”, de Luis Puchol, el cual expone estas palabras:
  “Al terminar mis estudios había aprendido muchas cosas menos cuatro: no sabía leer, no sabía hablar, no sabía escuchar y tampoco sabía escribir”

Esto es una realidad que nos preocupa a todos, ya que a lo largo de estos años de estudio en diversos niveles, la mayoría no han tenido la oportunidad de expresarse en público, lo cual supone un problema cuando llega el momento de defenderse ante un tema dirigiéndose a un público numeroso. A veces, debido a las limitaciones que nuestros nervios nos producen, hace que no defendamos nuestras ideas como teníamos pensado o que no demostremos todo nuestro conocimiento acerca de un tema concreto.


Para superar esto, en libros como el antes nombrado se nos dan una serie de claves a tener en cuenta para atenuar este pánico. En resumidas cuentas podríamos decir que para que un discurso o exposición salga como esperamos, es necesario preparar el tema con tranquilidad, documentarnos sobre el mismo y ensayarlo.
Además de estos elementos de preparación, debemos estudiarnos a nosotros mismos, ya que se tiene muy en cuenta el lenguaje no verbal y la expresión. Debemos relajarnos antes del discurso y tener confianza en nosotros mismos. 

          Es muy importante tener en cuenta estos pasos ya que nos servirán de mucha ayuda a la hora de presentarnos ante un grupo de personas a exponer un tema que para nosotros puede tener mucha importancia.

La tela de araña


En una de las últimas EPD de la asignatura, se nos propuso hacer una dinámica, “la tela de araña”. Personalmente, la conocía como una dinámica de presentación, para que los participantes puedan conocerse mejor, por lo que no le encontré, en un primer momento, la finalidad a estas alturas del curso, pero tras su explicación me di cuenta de que incluía una variante en sus objetivos.

            Para esta dinámica los participantes se sitúan en círculo, de manera que puedan verse cara a cara.
El primero, agarra la punta del ovillo de lana que usamos para la dinámica, formula una pregunta sobre el temario dado en la asignatura, y se lo lanza a una compañera, la cual deberá responder dicha pregunta.
Si la responde correctamente, esta agarra la lana, formula otra pregunta y se lo lanza a otra compañera, la cual deberá responder su pregunta, si esta no la acierta vuelve a lanzar la lana a otra compañera, y así sucesivamente.
Tras varias rondas de preguntas, podremos observar cómo se ha formado una tela de araña.

Con esta dinámica pudimos observar que lo difícil no era contestar una pregunta sobre la materia, sino saber formularla. De esta forma nos evaluamos a nosotras mismas, ya que no solo contestábamos preguntas, sino que también las formulamos. Por lo tanto, podemos decir que el objetivo de esta dinámica no es solo demostrar lo que hemos aprendido a lo largo del semestre, sino darnos cuenta de todos los conocimientos que hemos adquirido en tan poco tiempo y sin apenas ser conscientes.


Según mi opinión esta es una forma muy interesante de evaluar los conocimientos ya que se hace de una forma inesperada (sin tiempo a memorizar todo el contenido, como en un examen), de manera que se muestra realmente lo que se sabe sobre un tema. Esto me ha ayudado a darme cuenta de que en poco tiempo y de una forma poco habitual se puede aprender mucho.

 Existen diversas maneras de enseñar y aprender. Los profesores deberían ser conscientes de esto y ser creativos a la hora de impartir sus clases ya que de esta manera, no solo se aprenderían los conocimientos, sino que se transmitiría al alumnado esa creatividad y ganas de enseñar.

martes, 8 de enero de 2013

Cómo aprendo


Al principio del curso, al comenzar el temario de esta asignatura, didáctica, se nos planteó una pregunta que debíamos respondernos individualmente... ¿cómo aprendo?

En ese momento no supe responderme, pensé en todos los años de estudio y me sorprendió que jamás me había hecho esta pregunta.
Ahora que comienza la época de exámenes y empezamos a estudiar todo lo que se ha dado en este semestre, me vuelve a rondar esta pregunta en la cabeza.

Mi forma de aprender la información sobre un determinado tema, según me he analizado últimamente, tiene dos partes:

-Primero realizo una lectura comprensiva, en la que me dedico a analizar qué quiere decir lo que estoy leyendo (subrayar, buscar conceptos, ampliación…).
-Después, una vez aclarado las dudas y demás memorizo la información, centrándome en los aspectos más relevantes que el día del examen desarrollaré más profundamente.


También debería destacar que esto varía dependiendo de cómo el profesor nos transmita la información, ya que he podido observar como las clases que siguen una metodología característica del modelo academicista (clases magistrales) me resultan más complicadas a la hora de aprenderlas. En ocasiones, tras las clases me he dado cuenta de que, aun intentando recordar el temario, me resulta imposible hacerlo, y supongo que esto se debe a la monotonía de la clase y la dificultad que supone mantener la atención en algo tan pasivo.

Sin embargo, los temas tratados en las asignaturas que son más dinámicas en sus explicaciones, que suelen estar vinculadas a modelos como el humanista o el sociocrítico, y aún teniendo la misma complejidad que el resto, son más fáciles de recordar.
Según mi opinión esto se debe a que se relaciona el contenido con las dinámicas que se han llevado a cabo o con las situaciones (anécdotas por ejemplo) que se han expuesto a lo largo de la clase.

Recordar esta pregunta me ha hecho pensar y darme cuenta de cómo lo que hemos aprendido tarde o temprano sale a la luz, en este caso mientras estudiaba me estaba analizando a mí misma respecto a contenidos que hemos aprendido en clase, aplicándolos a mi día a día. Esto hace darme cuenta de todo lo que hemos aprendido en clase en tan poco tiempo, y que se pueda aplicar a la vida diaria motiva a seguir.