Como en la última entrada hemos comentado, la evaluación es una
parte muy importante en un proyecto.
Para
empezar, debemos saber qué es evaluación:
“La evaluación educativa es el proceso
sistemático de obtener información para describir, sea algún elemento, sea el
proceso, sean los resultados educativos, con objeto de emitir un juicio sobre
los mismos, según su adecuación a unos criterios previamente establecidos, y todos
ellos en orden a servir de base para eventual decisión educativa” (Cabrera,
1987)
La importancia de la evaluación
recae en numerosos aspectos, como nos dicen Fernández Sierra y Santos Guerra, pero
nosotros vamos a destacar principalmente dos:
- Sociales.
Se evalúan los efectos que ha tenido el proyecto en la sociedad y si los
objetivos han sido plenamente cubiertos y a su vez las necesidades detectadas.
- Metodológicas.
En este aspecto se analiza la forma en que se pone en práctica las actividades
y por ello se determina si estas se ajustan al cumplimiento de los objetivos.
Estos
aspectos nos ayudan a valorar el propio proyecto, no solo la adquisición de
conocimientos de los participantes, sino que también nos permite corregir las
dificultades que puedan presentarse, haciendo más eficaz la intervención o
ayudando a que próximos proyectos no recaigan en las mismas dificultades.
Existen varios tipos de evaluación según el aspecto en el que nos
basemos. Generalmente podemos destacar la evaluación según el tiempo, la cual
debe ser continua para ser eficaz. Hay tres momentos esenciales de evaluación:
Evaluación diagnóstica (Antes): nos sirve para obtener información
acerca de los sujetos con los que vamos a trabajar, con la finalidad de poder
compararlos con los resultados finales.
Evaluación de proceso (Durante): se realiza a lo largo de la
aplicación del proyecto, evaluando el proceso de aplicación y analizando los
resultados que se van originando. En esta evaluación se detectan también las
dificultades y se proponen soluciones.
Evaluación final (Después): como su nombre indica, es la
evaluación que se produce al final de la aplicación del proyecto y que nos
transmite los resultados obtenidos tras llevarlo a cabo. Los datos obtenidos en
esta evaluación se contrastarán con los conseguidos en la inicial para alcanzar
una reflexión final de los logros y por tanto de la eficacia de nuestra
intervención.
Además de
estas tres existe una última evaluación (que casi nunca se lleva a cabo) que es muy importante, la evaluación demorada,
ya que analiza si los resultados conseguidos permanecen en el tiempo.
Según mi opinión, el hecho de que esta última evaluación no se
realice, hace que algunos proyectos de intervención pierdan eficacia, ya que
uno de los objetivos que todos deberían plantearse es que los conocimientos
adquiridos les sean de utilidad al usuario y que pueda aplicarlos en su vida,
es decir, que permanezcan los resultados, y eso solo se evalúa con el paso del
tiempo.


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